Servicio al Dhamma
El dar Servicio al Dhamma, ya sea en un curso o de alguna otra manera para ayudar en la expansión del Dhamma, es una de las experiencias más valiosas que un estudiante de Vipassana pueda tener. No es sólo gratificante el saber que ustedes han ayudado a otros a probar el Néctar del Dhamma, sino que, además, es una maravillosa fuente de crecimiento y fortaleza en el propio desarrollo de la práctica de meditación.
El servicio al Dhamma se necesita cada vez más ya que la demanda por cursos se hace cada vez mayor en el mundo. En 1995 había casi 600 cursos de Vipassana conducidos alrededor del mundo, en los cuales casi 40.000 estudiantes participaron. Sin la invaluable ayuda de los cientos de antiguos estudiantes que organizaron y sirvieron en estos cursos, que prepararon los Centros y los cursos en lugares no fijos y participaron en la administración y manejo de los Centros, ninguno de estos cursos hubiera sido posible realizarlos.
Sin la ayuda voluntaria de los antiguos estudiantes que sienten la volición de dar a los otros, un poquito de lo que ellos han recibido de su participación en los cursos de Vipassana, los mismos no podrían haber sido concertados y conducidos.
Goenkaji ha hablado a menudo del Objetivo del servicio al Dhamma y enseña que es una parte integral del crecimiento y desarrollo del estudiante antiguo en este Sendero. Dando el servicio en conformidad con el Código de conducta para los Servidores del Dhamma fortalece al estudiante de Vipassana para vivir una vida de Dhamma en el mundo exterior.
Si puede dar voluntariamente su tiempo, para servir en uno o más cursos de 10 días o solamente unas pocas horas ocasionalmente, por favor llene el Formulario para servir de acuerdo al tipo de servicio en el que desea participa (ver Oportunidades de servicio al Dhamma [como hipervínculo].
Esta es una oportunidad para todos los antiguos estudiantes de participar y ganar los maravillosos beneficios de dar el Servicio del Dhamma.
El Objetivo del servicio al Dhamma
Este artículo es el extracto de una charla de Goenkaji sobre el servicio al Dhamma, que fue dada en el Centro de Meditación Vipassana en Nueva Gales del Sur, Australia.
¿Cuál es el objetivo del servicio al Dhamma? Los servidores del Dhamma saben bien que no es el de recibir alojamiento y comida, ni pasar el tiempo en un entorno agradable, ni escapar de las responsabilidades de la vida diaria.
Estas personas han practicado Vipassana y se han dado cuenta, por experiencia propia, de los beneficios que ofrece. Han visto el servicio desinteresado de los profesores, organizadores y servidores del Dhamma, que les ha permitido degustar el sabor incomparable del Dhamma. Han comenzado a dar pasos por el Noble Sendero y, naturalmente, han empezado a desarrollar la excepcional cualidad de la gratitud y el deseo de pagar la deuda por todo lo que han recibido.
Por supuesto, el maestro, los organizadores y los servidores del Dhamma sirvieron sin esperar nada a cambio, y no aceptarán ninguna remuneración material. La única manera de devolverles la deuda es ayudar a que la rueda del Dhamma siga girando, ofrecer a otros el mismo servicio desinteresado. Ésta es la noble volición con la que hay que servir al Dhamma.
A medida que los meditadores de Vipassana progresan en el sendero, van saliendo de su viejo hábito egocéntrico y empiezan a preocuparse por los demás. Constatan que la gente sufre en todas partes: jóvenes o viejos, hombres o mujeres, blancos o negros, pobres o ricos... todos sufren. Los meditadores se dan cuenta de que ellos mismos eran desdichados hasta que encontraron el Dhamma; saben que, igual que ellos, otros han empezado a disfrutar de verdadera felicidad y paz siguiendo el camino. La visión de este cambio estimula un sentimiento de alegría por el bien ajeno y fortalece el deseo de ayudar a la gente que sufre a salir de su desdicha mediante Vipassana. La compasión se desborda y, con ella, la volición de ayudar a otros a encontrar alivio a su sufrimiento.
Por supuesto, lleva tiempo desarrollar la madurez y recibir el entrenamiento necesario para enseñar el Dhamma, pero hay muchas otras maneras de servir a la gente que viene a hacer un curso, y todas ellas son de un valor incalculable. Ser un servidor del Dhamma, un sencillo, humilde trabajador del Dhamma es, verdaderamente, una noble aspiración.
Aquellos que practican Vipassana empiezan a darse cuenta de la ley de la naturaleza: las acciones de obra o de palabra que perjudiquen a otros también perjudican a quienes las cometen, en tanto que las acciones que ayudan a otros proporcionan paz y felicidad a los que las realizan. Por tanto, ayudar a otros es ayudarse a uno mismo. Así pues, se sirve por interés propio. Al servir se desarrollan los paramis y se hace posible avanzar más y con mayor rapidez y seguridad en el camino. De hecho, servir a los otros es también servirse a uno mismo. La comprensión de esta verdad estimula de nuevo el deseo de adherirse a la noble empresa de ayudar a los otros a salir de su desdicha.
¿Pero, cuál es la mejor manera de servir? Si no lo saben, los servidores no pueden ayudar a otros o a sí mismos; incluso pueden hacer daño. Por muy noble que sea la misión del Dhamma, no puede obtenerse un auténtico beneficio del servicio si la volición del servidor no es sólida. El servicio no será provechoso si se da para inflar el ego o para obtener algo a cambio, aunque sólo sean palabras de alabanza o admiración.
Debes comprender que al servir estas aprendiendo cómo aplicar el Dhamma en la vida diaria, puesto que el Dhamma no es una vía de evasión de las responsabilidades cotidianas. Aprendiendo a actuar conforme al Dhamma al tratar con los estudiantes y las situaciones que se presentan aquí, en el pequeño mundo de un curso o un centro de meditación, te entrenas para actuar de la misma manera en el mundo exterior. A pesar de que otra persona se comporte de modo indeseado, te ejercitas en el intento de mantener el equilibrio de tu mente y generar amor y compasión como respuesta. Ésta es la lección que estas aprendiendo aquí. Son estudiantes, igual que lo son los que se están sentando en el curso.
Continúa tú aprendizaje mientras sirves con humildad a los otros. Piensa siempre: "Estoy aquí ejercitándome, doy un servicio sin esperar nada a cambio. Trabajo para que otros puedan beneficiarse del Dhamma. Debo ayudarles dando un buen ejemplo, y haciéndolo también me ayudo a mí mismo".
Ojalá que todos los que sirven al Dhamma se afiancen en él. Ojalá que aprendan a desarrollar la buena voluntad, amor y compasión hacia los otros. Ojalá que todos progresen en el Dhamma para disfrutar de verdadera paz, verdadera armonía, verdadera felicidad.