Experiencias de Cristianos en Vipassana: Hermana Vinaya, Hermana Cristiana y Profesora Asistente de Vipassana. Tomé mi primer curso en 1978, después de sentirme inspirada en Bangalore por algunas de las pláticas del Padre Anthony De Mello, uno de los primeros sacerdotes cristianos de India en tomar un curso de Vipassana. Los diez días en Dhamma Giri cambiaron mi vida y le dieron una nueva dimensión. Mientras hacía el trabajo de integrar la cultura india con el Cristianismo, surgieron algunos conflictos en mi interior. Me encontraba realizando ciertas acciones que consideraba beneficiosas para la comunidad a gran escala, pero que en lo profundo no me convencían. La visión cabal penetrante de Vipassana me ayudó a llegar a la raíz de tales conflictos y resolverlos. El resultado fue que pude realizar mi trabajo con mucha más armonía en mi interior. Había una sensación de paz que no estaba antes. Vipassana me ha ayudado a romper los muros, las barreras que me separaban de conocer mi yo interior. “Conócete a ti mismo” es un dicho familiar para los cristianos. Mi experiencia con Vipassana es que es la técnica adecuada, científica, el camino práctico a través del cual uno puede llegar a conocerse mejor y vivir una vida más feliz y beneficiosa. Vipassana nos ayuda a desarrollar moralidad, control sobre la mente, pureza de mente. Ayuda a desarrollar gran compasión y amor hacia los demás seres. Pienso que Vipassana es la puesta en práctica de las escrituras cristianas: cómo vivir una vida buena para uno mismo y para los demás. Pienso que la universalidad de Vipassana tiene un fuerte atractivo. Después de todo, Vipassana es experimentar las leyes de la naturaleza directamente y esto es aplicable a toda la humanidad, independientemente de la fe en particular que uno escoja seguir. Tras entrar en contacto con Vipassana, pasé un tiempo en un monasterio en Europa. Las condiciones de vida comparativamente superiores y las facilidades que había allí deberían haber resultado muy atractivas, pero encontré una especie de vacío extraño en mi interior. Volví a India, tome más cursos de Vipassana y me establecí en esta técnica. Esto me ayudo a desarrollar una fuerza interior silenciosa que desalojó el vacío interior, el vacío que la mayoría de nosotros sentimos de vez en cuando. Una monja brasilera y meditadora Vipassana con la que tengo contacto, me escribió recientemente diciendo que cuando visite India dentro de poco tiempo, una de las primeras cosas que le gustaría hacer es tomar otro curso de Vipassana. Otros sacerdotes y monjas que han hecho Vipassana, también dicen que enriqueció sus vidas. Tal es el atractivo universal de Vipassana, atravesando religiones, naciones y culturas. Vipassana, después de todo, es el arte de vivir, de convertirse en un mejor ser humano, beneficioso para uno mismo y para los demás.
top of page
bottom of page
Comments